Se sabe que los autos que fabrica Stellantis (Fiat Chrysler) tienen problemas eléctricos, y lanzar un auto eléctrico, ya seria otro problema.
Pues así es y se supo que Ram, parte del grupo Stellantis, no se volverá completamente eléctrica después de todo.
Stellantis, la empresa matriz de la marca de camionetas Ram, anunció a cancelación de la Ram 1500 REV del 2026 con motor de batería.
El fabricante de automóviles declaró en un comunicado de prensa:
«Ante la desaceleración de la demanda de camionetas eléctricas de tamaño completo en Norteamérica, Stellantis está reevaluando su estrategia de producto y descontinuará el desarrollo de una camioneta eléctrica de batería de tamaño completo».
«Ram está mejorando su competitividad y crecimiento en el mercado, a la vez que mantiene su poder de fijación de precios a través de productos, servicios y ofertas electrificadas».
La camioneta eléctrica Ram, que se esperaba que compitiera con la Ford F-150 Lightning y la Chevrolet Silverado EV, ya había sufrido varios retrasos.
Aunque debutó como prototipo a principios de 2023, la Ram 1500 REV se retrasó posteriormente hasta 2025, luego a principios de 2026 y finalmente a mediados de 2027. Ahora, se ha retrasado a «nunca».
Ram no abandonará por completo las camionetas eléctricas
La marca anunció hoy que la Ramcharger de autonomía extendida, que utilizará un motor V6 de gasolina para recargar su batería, saldrá a la venta el próximo año. Para mayor confusión, ahora se llamará Ram 1500 REV.
«Este vehículo establecerá un nuevo punto de referencia en el segmento de media tonelada, ofreciendo una autonomía, capacidad de remolque y rendimiento de carga útiles excepcionales», declararon representantes de Ram en un comunicado.
Esta decisión supone otro revés para Stellantis, que ha tenido dificultades tanto con su estrategia eléctrica como con los altos costos y la disminución de las ventas de sus marcas Ram y Jeep.
Más allá de los aspectos básicos de la venta de autos y camionetas de gasolina competitivos, los modelos eléctricos Dodge y Jeep del fabricante han tenido una mala acogida y se han visto afectados por una autonomía y especificaciones de carga deficientes.
Al mismo tiempo, el mercado de las camionetas eléctricas presenta desafíos, ya que los costos de las baterías se mantienen altos y muchas camionetas tienen dificultades para satisfacer las demandas de remolque y transporte de los compradores estadounidenses.
Y sin regulaciones de ahorro de combustible que cumplir, Stellantis ha recibido un amplio margen para reducir el uso de la energía eléctrica y centrarse en los vehículos de gasolina, mientras dure esta estrategia.